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ROL FISIOLÓGICO DEL FÓSFORO

Tiene más funciones biológicas conocidas que cualquier otro mineral. Alrededor del 30% del Fósforo del cuerpo se encuentra en los huesos y dientes principalmente como sales de apatita y como Fosfato de Calcio. Está en todas las células del cuerpo, y casi todas las transacciones de energía implican la formación o ruptura de enlaces de Fosfato de alta energía (como los del trifosfato de adenosintrifosfato [ATP).

La fosforilación es un regulador principal de numerosas enzimas. También está involucrado en el equilibrio ácido-base de la sangre y otros fluidos corporales, así como en la diferenciación celular, y es un componente de las paredes y el contenido celulares como fosfolípidos y ácidos nucleicos.

Los microorganismos del rumen también requieren Fosforo (Burroughs et al.,1951; Breves y Schröder, 1991), y se suministra al rumen mediante la dieta y el reciclaje a través de la saliva. Utilizando varias técnicas, las estimaciones del reciclaje de Fósforo en vacas lecheras lactantes alimentadas adecuadamente o en exceso de Fósforo oscilan entre 30 y 75 g/P/d (Ke-breab et al., 2005; Puggaard et al., 2011). El suministro inadecuado de Fósforo al rumen puede reducir la digestibilidad de la fibra.

Una dieta con 0,24 por ciento de Fósforo tenía una digestibilidad de fibra detergente neutra (FDN) más baja que una dieta similar con un 0,34 % de Fósforo cuando se alimentaba a vacas lecheras (Puggaard et al., 2011).

La digestibilidad del FDN se redujo a pesar de que la concentración de Fósforo en el líquido cefalorraquídeo fue de 3 a 4 mmol/L, que es mayor que las concentraciones (0,6 a 2,5 mmol/L). Sin embargo, no hay evidencia disponible que demuestre una mejor digestión ruminal una vez que se cumple el requisito de Fósforo de la vaca.

La excreción a medida que aumenta la ingesta de Fósforo suele ser inferior al 10% del aumento de la ingesta de Fósforo. El reciclaje de Fósforo a través de la saliva es el principal mecanismo homeostático de Fósforo (Breves y Schröder, 1991).

El Fósforo absorbido del intestino en exceso de la necesidad eleva el Fósforo en sangre, que luego se transfiere a la saliva y vuelve a entrar en el rumen. Las concentraciones salivales y plasmáticas de Fósforo tienen una fuerte correlación positiva (Valk et al., 2002), pero la masa de Fósforo reciclada a través de la saliva no está necesariamente correlacionada con las concentraciones plasmáticas de Fósforo, cuando las vacas son alimentadas con cantidades marginales de Fósforo (Puggaard et al., 2011).

El Fósforo reciclado puede ser utilizado por microorganismos ruminales; una parte de ella será reabsorbido por los intestinos, y una parte se excretará en las heces. La exposición fecal del Fósforo reciclado es una de las razones por las que la absorción aparente de Fósforo no refleja la verdadera absorción de Fósforo en la dieta.

 

Fuente: Departamento Técnico de FEDEPLE